«Alguien tiene que hacerlo»
V. Guerin
Ficha técnica de la película
Año
2003
Duración
96 minutos
País
Irlanda
Director
Joel Schumacher
Guión
Carol Dole & Mary Agnes Donoghue
Música
Harry Greason- Williams
Fotografía
Brendan Galvin
Reparto
Cate Blanchett, Ciaran Hinds, McSorley
Productora
Coproducción Irlanda-GB-USA; Touchstone Pictures / Jerry Bruckheimer Films
Web Oficial
http://www.veronicaguerin.com
Género
Drama. Thriller Basado en hechos reales. Periodismo. Drogas
Sinopsis Años 90. Veronica Guerin es una brillante periodista de Dublín que trabaja en el Sunday Independent. Después de acudir a un juicio por multas impagadas de aparcamiento, es asesinada por dos hombres enmascarados.
«Sé que suena un poco inocente, pero estoy convencida de que los periodistas cumplimos con una obligación. Si continuamos desenmascarando a delincuentes, se acabarán
los vacíos legales que utilizan para amasar sus fortunas.
Esa es una buena razón para continuar»
Veronica Guerin
Veronica Guerin, el personaje
Nacida el 5 de julio de 1958, Veronica Guerin fue una periodista irlandesa asesinada en 1996 por traficantes de drogas. Guerin, que adquirió el apodo de "Ronnie" durante su infancia, recibió su educación en las escuelas católicas de parte del norte de Dublín.
Después de estudiar contabilidad, siete años más tarde, se cambió al periodismo, primero como escritora de negocios de Dublín Sunday Business Post y luego como reportero de noticias de la ciudad en el Sunday Tribune. Allí se especializó en historias de crímenes. Pronto se hizo un nombre en círculos de Periodismo Internacional con reportajes contundentes que expusieron la verdad sobre el floreciente comercio de drogas de Dublín y de las bandas organizadas, cada vez más violentas y despiadadas. Guerin estaba indignada y frustrada por la incapacidad de la policía para llevar a los jefes ante la justicia, por lo que lanzó su cruzada para derribar las pandillas. "No tenía ninguna formación básica como reportero", recordó un editor en el Sunday Business Post más tarde. "Tenía sólo una filosofía muy sencilla, quería la verdad".
Su estilo de investigación fue una combinación de tenacidad y audacia. Por lo general trabajó fuera de una oficina, quedándose en una historia por semanas, mucho después de que hubiera renunciado a muchos otros periodistas. A veces, incluso acampaba en la puerta de una persona durante días hasta que aceptase hablar con ella (30:00-31:50). No recurría a fuentes de la policía, en su lugar, iba directamente a los criminales
A pesar de las amenazas que recibió, y de que la policía irlandesa le ofreció ponerle escolta 24 horas al día, ella lo rechazó, alegando que perjudicaría a su trabajo. Así, un 26 de junio, cuando Guerin conducía su coche a las afueras de Dublín, una motocicleta le disparó seis veces. El asesinato fue calificado por el primer ministro, John Bruton, como un "ataque a la democracia".Veronica recibió el International Press Freedom Award en 1995; fue la primera vez que este galardón se concedía a una mujer. Este premio rinden honor a los periodistas de todo el mundo que muestran el coraje en la defensa de la libertad de prensa.
La película
En 2003 se estrenó una película basada en su historia, un juego que le salió muy caro. Su investigación comenzó en los años 90, alarmada ante el aumento del consumo de drogas entre la juventud, Verónica abordó una serie de reportajes sobre las mafias responsables del narcotráfico en Dublín. Gracias a la información que le facilitaban algunos miembros del crimen y sus contactos con la policía, fue poniendo al descubierto los reyes del imperio del mal.
En octubre de 1994, Guerin experimentó las graves repercusiones de uno de sus historias cuando le dispararon dos balas a través de la ventana de su casa un mes después de que hubiese escrito un artículo sobre la vida de un cabecilla en Dubín de las drogas, conocido como "El General" (min 36:45-37:00)
Sólo un par de meses más tarde, tras escribir esa noticia, Guerin abrió la puerta de su casa, y un hombre le apuntó una pistola en la cabeza, y luego le disparó en la pierna (45:30-46:00). Más tarde, ella especuló que el tiroteo fue en represalia por un artículo que había escrito sobre el robo de 4,4 millones de dólares de un depósito seguro supuestamente cerca del aeropuerto de Dublín. Después de salir del hospital, Guerin todavía en muletas y acompañada por su marido (49:15-50:15), Graham, fue a ver a cada jefe criminal sólo para hacerles saber que no estaba intimidada". En septiembre de 1995, Guerin realizó una visita a una granja de caballos propiedad de un destacado ex convicto llamado John Gilligan, quién la atacó mientras intentaba entrevistarla, y más tarde llamó a su casa amenazando con secuestrar y violar a su hijo si escribía algo sobre él. (1:01:00-1:01:00)Amigos de Guerin más tarde recordaron que nunca había tenido miedo, y que confiaba en que después de todo, probablemente resultaría muy difícil matar a alguien que la gente conocía.
«Me paso el día en la calle, si alguien te llama y te dice "ven que te cuento
algo sobre lo que andas escribiendo" no queda más remedio que ir.
Después de su muerte
La vida de Veronica Guerin es la de una periodista de investigación joven y bella, madre de familia, que se siente conmovida ante los estragos que la droga causa entre los jóvenes de su país, que no se conforma con la explicación oficial ni con la legislación que permite que Irlanda pueda ser un puerto franco para los narcotraficantes, y decide llegar al fondo de la verdad. En el curso de sus investigaciones encontrará incomprensión por parte de las autoridades políticas, de la policía, de sus colegas de profesión y de su familia. En más de una ocasión estuvo a punto de tirar la toalla; sólo se mantuvo firme por testarudez y porque creía que su trabajo iba a ayudar a su país.
Como consecuencia de su muerte, el gobierno irlandés formó un gabinete de crisis y aprobó cambios importantes en la constitución del país. Estos cambios transformaron eficazmente el panorama criminal de Dublín para siempre. Miles de personas salieron a las calles en marchas semanales contra las drogas que forzaron a los traficantes a salir de Dublín. Antes que transcurriera una semana de su muerte el Parlamento modificó la Constitución de la República de Irlanda para permitir que la Suprema Corte congelara los bienes de los sospechosos de traficar drogas.
Los irlandeses respondieron al asesinato de Guerin con shock, dolor e indignación.. El día de su funeral, la pequeña capilla cerca del aeropuerto de Dublín, donde ella y su familia solía rezar, concentró a numerosos irlandeses, entre ellos, el Presidente de Irlanda o el primer ministro. El 4 de julio, el día laborable sindicatos en toda Irlanda solicitaron un momento de silencio en su memoria, personas en trenes y autobuses, de la calle, le rindieron un pequeño homenaje. Admiradores se alinearon delante de las oficinas del Sunday Independent a dejar flores y firmar un libro de condolencias.
Desde el principio, había pocas dudas que Guerin había sido víctima de un éxito profesional, probablemente ordenado por uno de los criminales que ya había escrito o planeaba escribir.
Desde el asesinato de Guerin, una serie de eventos han sugerido que ella no murió en vano. En primer lugar, funcionarios del Sunday Independent anunciaron que estaban considerando la posibilidad de ofrecer a los periodistas que trabajaban en peligrosas historias más y mejor protección. En segundo lugar, el Parlamento irlandés convocó una sesión especial para discutir la lucha contra la delincuencia legislación encaminada a acabar con la delincuencia organizada y haciéndolo más fácil para la policía a perseguir casos contra los jefes de la mafia.
Tal vez más importante de todo, la muerte de Guerin pedirá un período de exámenes de conciencia en Irlanda, que no había visto desde hace bastante tiempo. Grupos de ciudadanos que surgieron en algunos de los barrios más pobres de Dublín, exigieron el cambio.
Reflexión
El 26 de junio de 1996, una periodista de investigación llamada Veronica Guerin se convirtió en el vigésimo cuarto periodista asesinado ese año tras cumplir con su deber. Había llegado al mundo del periodismo de investigación relativamente pronto. Sin embargo, ya era considerada una brillante profesional debido a su voluntad de rastrear y publicar todo tipo de información que ciertas personas preferían obviar. Y cuando ella murió a manos de un asesino profesional, presumiblemente para asegurar su silencio, Guerin fue elevada a la categoría de heroína.
Fue por ello por lo que en 2003 se estrenó una película con su nombre, y basada en su historia y su investigación, que comenzó en los 90, alarmada ante el aumento del consumo de drogas entre la juventud. Su asesinato provocó importantes cambios en la legislación penal de Irlanda que han hecho que el trabajo de la policía sea, hasta cierto punto, más efectivo. Fue una mujer valiente y un ejemplo a seguir.
«No, una no puede abandonar su trabajo solamente porque la amenazan. Lo hablé con
mi marido, porque pensamos "si ésta es la mierda que nos va a tocar vivir
a partir de ahora, no vale la pena".
Y es que seguramente, uno de los mayores problemas de la humanidad es precisamente el tomar voto de silencio frente a los problemas que aquejan a la sociedad y pretender que, a pesar de todo lo malo que sucede, las cosas irán a mejor. El ejemplo de Verónica Guerin nos demuestra que mucho se puede lograr si hablamos y rechazamos las inmoralidades.
Y entonces, surge la pregunta inevitable, ¿hasta donde puede o debe uno llegar para defender los principios y denunciar la injusticia y el crimen cuando está de por medio la seguridad propia y de nuestros seres queridos? La mayoría diría que lo más importante es protegerse uno mismo y a los suyos, evitando correr riesgos. Sin embargo, si todos asumiéramos esa actitud y no hubiese nadie con el coraje y el valor suficientes para hacer frente a las injusticias, los crímenes, los atropellos y la corrupción, este mundo sería sin duda, un lugar peor.
Claro que aquellos valientes que deciden no callarse y hacer algo al respecto con frecuencia lo pierden todo, incluso sus vidas. Será que, ante la indiferencia y el "miedo" del resto de los demás, también se pierda su legado de luchar por un mundo mejor. La verdad es que su figura es una inspiración para quienes pretenden convertirse en periodistas, sabiendo que la muerte no es el fin de una persona, sino el inicio de nuevos retos para los que estamos vivos y obligados a honrar la memoria de los que nos dejaron por hacer del mundo, un lugar más justo.
La ética y el periodismo
Verónica Guerin es el puro compromiso con la profesión. Ni siquiera su propia vida parece importarle a la hora de denunciar la verdad (minuto 3:29), quiere llegar hasta el final. Un ejemplo de periodista social que busca la noticia en su más puro estado. Se introduce en los ambientes de la droga ( minuto 7-10), allí donde nunca llegan las cámaras ni el resto de sus compañeros. Guerin decide entrar en un terreno virgen para el periodismo y denunciar lo que la policía está queriendo ignorar. Ella rompe con el peor enemigo del periodismo, el silencio. A favor de una denuncia constante y clara hacia los culpables, logra que la sociedad conozca el origen del problema. Su impecable investigación le lleva a la verdad. Pero la verdad es demasiado peligrosa. Es entonces cuando debe elegir entre su vida o su profesión.
A veces se nos vienen a la cabeza muchas incógnitas como periodistas nos preguntamos ¿Será que vamos a desempeñar bien nuestro trabajo? ¿Será que nos tocará dejar a un lado nuestro sueño de ser buen periodista por culpa de otras personas, que sólo piensan en la maldad? o ¿Si habrá personas que quieran callarnos para siempre, porque no les conviene que hablemos?
12:30-13:25. Verónica: Es interés social, Las calles llenas de niños con jeringuillas. Nadie escribe sobre eso. Solo es de interés social. ¿a quien le interesa Alguien tiene que perseguir a esos cerdos, se están forrando .Yo tengo que escribir sobre eso.
Secreto Profesional: (16:45-17:50) ¿porqué vas detrás de la droga? ¿Sois muchas personas para buscar historias? Eres una desagradecida después e todo lo que te he contado, Aléjate de este mundo.
Cuando comenzamos con nuestra labor , de repente tratamos de coger temas que no nos involucren mucho con campos peligrosos; ya sean narcotráfico, sicariato o paramilitarismo, quizás por temor a que nos suceda algo y por tal motivo preferimos dejarlo a un lado para que otro tome ese riesgo, porque lo principal en nosotros es el bienestar, pero en otros casos queremos meternos tanto en el cuento de la investigación que no nos importa lo que pueda sucedernos en el momento de culminar con la tarea, sabiendo que no solo yo correré peligro sino también nuestra familia.
Nacotraficante: 36:00-36:40.Tu has estado en mi casa, a lo mejor es hora de que yo visite la tuya
Éstas son las cosas que cotidianamente vemos en la sociedad y que de igual manera vimos en la película, donde la mayor preocupación de la protagonista era desenmascarar los capos del tráfico de drogas y tratar de salvar a personas inocentes de esas injusticias; pero ¿Será que tanto así fue su pecado como para costarle la vida?
Porque siempre para los humanos la única solución es esa, la muerte, si se puede remediar con un diálogo, una entrevista o una llamada donde ambas partes salgan beneficiadas y no perjudicadas como si no hubieran otras salidas, pensemos que nuestra profesión es una de las más complejas de realizar pero no por esas cosas debemos dejar de actuar, porque sería negarnos el derecho a expresar nuestras opiniones y de alguna manera ser reconocidos en este campo de la información.
Veronica Guerin: 49:15- 50:00. Sé lo que hago, por eso me dispararon, crees que es lo que quiero?no quiero hacerlo tengo que hacerlo. No se saldrán con la suya.
Es en este momento donde la ética periodística entra en un primer plano, saber el momento exacto para investigar, tener el conocimiento del tema y actuar con responsabilidad y prudencia para que lo que saquemos a la luz pública sea verídico y que beneficie la información y la comunicación en este país, pero ahí llegan los dilemas éticos, porque son muchos los filtros que se tocan en medio de una investigación y son muchas las llagas que se levantan, en ese momento hay que tomar una decisión difícil y es si se es primero ser humano para tratar de salvar la vida y que sigan las incongruencias en un país como el nuestro o si es primero la profesión y cumplir como periodista e informar lo que se descubre tras una investigación concisa.
Pensar en métodos de actuación es esencial, pero más cuando tenemos que manejar la información y por tal motivo nos vemos obligados a abarcar los códigos periodísticos como: la veracidad, el secreto profesional, libertad de información, obligación a rectificar y derecho a la réplica, entre otros. Aprender a informar es un arte que pocos cumplen, por eso para realizar investigaciones es necesario cumplir con los cánones establecidos, de lo contrario se rompe la relación entre emisor, receptor y mensaje.
Durante la elaboración de sus reportajes trataba de usar pseudónimos con el objetivo de evitar las más que probables denuncias a las que tendría que hacer frente, pero ya se sabe que en este mundo el que es valiente se enfrenta a numerosos peligros y en este caso no iba a ser menos. Muestra de ello fueron las constantes amenazas que esta periodista recibió para obligarla a dejar de hurgar en la “mierda”.
Fueron muchas las advertencias a las que se enfrentó, pero ninguna de ellas consiguió detenerla y mucho menos callarla. El 30 de enero de 1995, recibió un disparo en la pierna para que mantuviese la boca cerrada (45:20-48:00), atentado que muchos afirmaron que había sido un montaje organizado por ella misma para conseguir una mayor publicidad (52:40-53:00). Otro aviso tuvo lugar en septiembre de 1995, cuando el criminal John Gilligan la atacó en el transcurso de una entrevista, para posteriormente amenazarla con violarla y matarla si publicaba dicha entrevista (1:01.00-1:02:00)-. Por todo ello, fueron muchas las ocasiones en las que las fuerzas de seguridad irlandesas le propusieron ponerle algún tipo de protección, algo a lo que ella se negó en todo momento.
Desgraciadamente, y tras varios intentos fallidos, un motorista consiguió acabar con la vida de Verónica Guerin. Sucedió el 26 de junio de 1996 cuando ésta se paró en un semáforo a las afueras de Dublín, ese momento fue aprovechado por el conductor de una motocicleta, que la seguía desde hacía un tiempo, para colocarse justo al lado del vehículo y disparar seis veces causándole la muerte.
Pero dejar de escribir es precisamente lo que ellos buscan. Si yo me retiraba, se iban
a creer con el derecho y la fuerza para acabar con cualquier otra
persona que los pusiera en problemas»
