lunes, 26 de marzo de 2007

CARTAS DE VÍCTIMAS DE ETA A ZPATERO

Carta de Toñi Santiago

-madre de Silvia, asesinada en Santa Pola (Alicante) el día 4 de agosto de 2002 por la banda terrorista ETA-
Sr. Zapatero, quiero que sepa que con su cobardía, con su desvergüenza, con su indignidad, con su maldito talante, con su pacto con los etarras, con su declaración del día 29 de junio para iniciar el proceso de dialogo, usted, transcurridos casi cuatro años, ha vuelto a asesinar a Silvia.
Usted sólo ha conseguido que los sentimientos que tuve que vivir aquella tarde del atentado, vuelvan a resurgir hoy en mí. Sentimientos que todavía trato de, después de casi tres años de ayuda psicológica canalizary de un tratamiento médico contra la ansiedad.
Con su gestión en la política antiterrorista, ha conseguido que tenga el mismo desprecio por usted que siento por los asesinos de mi hija, de sus colaboradores y de quienes aplauden y festejan los atentados y que, para mí, son tan asesinos como aquellos que colocaron el coche bomba, cargado con 50 kgs. de explosivo, debajo del balcón de mi casa.
Usted se ha puesto de rodillas ante esos asesinos, usted y su gobierno han claudicado ante esos canallas, pero por favor no nos pida a las víctimas comprensión. Sr. Zapatero, usted no cuenta con mi autorización para negociar con la sangre de mi hija.
Usted que fue tan cobarde el pasado día 28 de junio de no querer mirarme a los ojos en el Congreso de los Diputados, usted que dio las ordenes oportunas para impedir que accediéramos a las proximidades del recinto con una corona de flores, humillándonos y tratándonos como si fuésemos delincuentes, usted no conseguirá silenciar mi voz.
En su anuncio de negociación, tan esperado por la banda terrorista ETA, usted nombra a las víctimas del terrorismo, a su memoria, a su dignidad y a su honor. Casualmente siempre olvida usted mencionar la palabra “justicia”. En los dos años y medio que lleva en el poder, nunca le he escuchado mencionar esta palabra cuando se refiere a las víctimas. Justicia es lo que espero conseguir contra los miserables que asesinaron a mi hija, aunque pacte usted con ellos o con el mismísimo demonio …
Por último le rogaría que no hable usted tan alegremente del dolor de las personas que hemos sufrido un atentado terrorista. A mí, como madre de Silvia, me ha demostrado que no le importa lo más mínimo el asesinato de una niña inocente. Sr. Zapatero, desgraciadamente para mí, todos los días 4 de agosto que me queden por vivir tengo que recordar que, ese fatídico día mi hija fue brutalmente asesinada.
En mi memoria quedará, que mientras usted celebra alegremente su cumpleaños ese día, en unión de sus dos hijas y de su esposa; a mi hija, con seis añitos no le permitieron cumplir ninguno más esos individuos con lo que usted ahora negocia. A Ella y a todas las personas que fueron asesinadas les va a tener que agradecer su continuidad en el gobierno. No me queda la menor duda de que esas ansías de poder es lo que le lleva a usted a traicionar la memoria de las víctimas inocentes.
Señor Zapatero, "NEGOCIACION EN MI NOMBRE NO".

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"Mi nombre es Macarena. Soy hija del Coronel Médico Antonio Muñoz Cariñanos, asesinado por la ETA el 16 de octubre de 2000, en Sevilla.
Señor Rodríguez Zapatero:
Mi padre era médico. Una tarde, mientras pasaba consulta, delante de sus pacientes dos asesinos de la ETA acabaron con su vida. Le metieron seis tiros. Y no sólo con su vida sino con la esperanza de muchos enfermos de cáncer, porque no sé si sabe, Sr. Presidente, que mi padre era una eminencia en la lucha contra el cáncer y como persona, hacía un bien a la sociedad y nos dejaron sin él a todos.
Mi familia y yo nunca olvidaremos cómo la gente de Sevilla se echó a la calle aquel 16 de octubre para ayudar a capturar a los asesinos. Armados de valentía, lo consiguieron. Gracias al valor de todos esos sevillanos se hizo posible que los asesinos de mi padre, hoy cumplan su castigo.
Precisamente porque sabemos mejor que nadie el dolor que es perder a quien te ha dado la vida, y porque no queremos que ningún otro español sufra más la barbarie terrorista, deseamos con todas nuestra fuerzas el fin de la violencia.
Señor presidente, rechazamos la violencia tanto o más que nadie. Y precisamente porque hemos renunciado a la venganza en la confianza de que se haga justicia, estamos más legitimados que nadie para decir alto y fuerte que queremos el fin de la violencia.
Lo que usted llama la "paz" se va a traducir en que dentro de poco tiempo los asesinos de mi padre se permitan el lujo de mirarme a los ojos de la misma forma en que los asesinos de Miguel Ángel Blanco han mirado a su madre y a sus restantes familiares durante estos días de juicio. Con esa nauseabunda mezcla de chulería y repugnancia por la vida ajena.
Sr. Presidente, usted dice que hay que mirar a los ojos a los terroristas. ¿Es ésa la mirada de los terroristas la que usted nos invita a disfrutar?
Lo siento mucho, Sr. Rodríguez Zapatero, los españoles tenemos dignidad. Pedirle a la gente que miremos a los ojos a esa gentuza nos parece indecente.
Sr. Zapatero, es cobarde ser duro con los que, como nosotros, no tenemos más arma que nuestra palabra, y en cambio blando con los de las pistolas. Esa cobardía nos dolería de cualquier otra persona, pero nos resulta profundamente humillante en la persona de quien nos debería representar.
Y es que lo que usted nos ofrece no es la paz, Sr. Rodríguez Zapatero. Ni mucho menos. Cualquier persona con sentido común se daría cuenta de ello.
Al parecer usted va a negociar con los asesinos el traslado de los presos a las cárceles vascas y el cambio de la ley para que el gobierno vasco les aplique el tercer grado y salgan a la calle. ¿Es ése su sentido de la justicia, Sr. Rodríguez Zapatero?
Sr. Zapatero: la paz de los presos a la calle es la paz de la humillación, la paz de la victoria del terror y la paz de la rodilla en la tierra.
Sr. Rodríguez Zapatero: tenemos la sensación de que le molestamos. Más aún, desde su partido político se nos dice que otros partidos políticos nos manipulan.
Mire, Sr. Zapatero, yo no entiendo de política, no tengo ni he tenido nunca carnet de ningún partido político.
Tengo la sensación de que es usted rehén voluntario de los terroristas, y que hará lo que le pidan, porque si a los terroristas se les ocurriera mañana entrar en una consulta médica y pegarle seis tiros a otro médico, como le hicieron a mi padre, seguramente usted dejaría de ser presidente del gobierno.
Sr. Presidente, en su programa electoral nos prometieron, y leo textualmente: “Rechazamos cualquier negociación que implique el pago de un precio político democrático por el fin de la violencia”.
Le exijo que cumpla su palabra. Por favor, asegúreme que los asesinos cumplirán íntegramente las condenas que les han sido impuestas.
No nos resignaremos jamás a vivir de rodillas.
Espero su contestación, Sr. Presidente.
ENTREVISTA A LA HERMANA DE
MIGUEL ANGEL BLANCO

MADRID.- Han pasado nueve años desde que ETA asesinó a Miguel Ángel Blanco, su hermano, por "defender un sistema democrático que ampara también los derechos de los terroristas". A partir de hoy, los asesinos de aquel joven concejal se sientan en el banquillo y Mari Mar (hermana Miguel Ángel Blanco) rescata con uñas y dientes su memoria.

Pregunta. El impacto de este juicio para ustedes ha de ser enorme.

Respuesta. Por una parte, es positivo ver que, por fin, se va a hacer justicia con los asesinos de mi hermano y que van a pagar con una condena su atroz crimen. Pero también estamos atravesando una semana bastante dura, en especial mis padres, que son la parte más débil.

P. Cuando el fiscal escuchó al asesino de su hermano aseguró que hay etarras que no se pueden reinsertar. A pesar de su actitud, si el proceso cuaja, él o gente como él pueden salir de prisión sin cumplir su condena. ¿Cómo lo asume?

R. Tengo la esperanza de que eso no suceda. Algunos presos han mostrado su actitud crítica con ETA, incluso cuando ocurrió lo de mi hermano. Y sé que algunos pueden tener intención de reinsertarse, pero eso no implica que puedan salir a la calle, sino que tienen que cumplir su condena íntegra.

Pienso, además, que el 90% de los presos tampoco quiere hacer una vida normal. Respecto a 'Txapote', en su cabeza está el seguir matando y eso lo demuestra la actitud chulesca y grotesca con la que está actuando, que no exhibe ninguna persona dispuesta a cambiar.

El miércoles estuve en la Audiencia preparando el juicio, bajé unos segundos a la sala a ver a los asesinos de mi hermano y la imagen fue tremenda. Estaban como en la terraza de un bar, charlando como una pareja corriente. Esas actitudes muestran que esas personas no están preparadas para salir y hacer una vida normal.

P. Le he escuchado recordar que su hermano murió para que no se produjesen acercamientos de etarras a las cárceles vascas. ¿Teme que su muerte acabe siendo inútil?

R. Si al final sucede lo que parece y que el primer paso que va a dar el Gobierno es el acercamiento, por su puesto que lo diré. Me preguntaré entonces para qué sirvió la muerte de mi hermano en aquellos días en los que el PSOE y la mayor parte de las fuerzas políticas se unieron al PP para que no se claudicase ante una banda de asesinos. La pregunta es ¿por qué ahora sí?

P. Le doy la respuesta: porque en aquel momento no se trataba de acercamientos o no, sino de evitar el chantaje al Estado. De hecho, durante la tregua del 98 el PP lo hizo.

R. Pero es que yo eso nunca lo vi bien. A mi hermano lo matan por culpa de los presos, igual que a varios funcionarios de prisiones, y secuestran a Ortega Lara, con lo cual yo tengo que decir que tampoco entendí la postura del PP en ese momento.

Yo sé que a la banda no le han importado nada los presos y sé que en aquel momento los pusieron como moneda de cambio del mismo modo que pudieran haber planteado otra exigencia. Y es posible que otras víctimas consideren que ésta es una cuestión menor. Pero a mí, a Mari Mar Blanco, no se me puede pedir otra actitud porque a mi hermano lo matan por culpa de los presos.

P. Y si no hubiera un muerto más a cambio solamente de la aplicación de un plan de reinserción, ¿haría ese sacrificio?

R. Yo hago otra pregunta, ¿por qué la Justicia, el Estado, tienen que ser generosos? A los terroristas hay que perseguirlos. Matar no puede tener un premio. Dejar de matar es su obligación, lo que no puede haber es premio ni a los terroristas ni a los presos. Lo que tienen que hacer es abandonar las armas. Creo que tenemos muchos instrumentos legales para poder acabar con ETA.

P. Se les acusa de politización.

R. El 90% de las víctimas siempre hemos seguido una misma línea oponiéndonos a la negociación. Casualmente, el partido que ha mantenido esta misma línea que originó el Pacto Antiterrorista, ha sido el PP. No es que las víctimas estemos siendo utilizadas por el PP, es que seguimos la misma línea y quien se ha desmarcado es el PSOE.

P. ¿Cuál es el papel que deben tener? Se dice que todo un país no puede verse condicionado por su criterio y es de suponer que el presidente actúa por un bien mayor que es acabar con ETA.

R. El problema es que el PSOE, en este momento, no cuenta con las víctimas. Al presidente le estorbamos desde el momento en el que nos hemos mostrado en contra de este proceso. Él siempre repetía en las manifestaciones contra la Guerra de Irak que el PP no le podía dar la espalda a la gente que en aquellos momentos salía a las calles de Madrid. Yo le pregunto por qué nos da la espalda, por qué no nos recibe para que le demos nuestra opinión.

P. Hay quien dice que si el presidente acaba con el terrorismo, a la sociedad le va a dar igual cómo.

R. Eso es tremendo. Pero hay un papel que también tenemos y es, sobre todo, que la memoria de cada una de las víctimas del terrorismo no caiga en el olvido.

Estas manifestaciones sirven para concienciar a la sociedad de que ha habido un triste pasado que nos ha afectado a todos y que todas esas atrocidades no pueden quedar impunes porque, si es así, seguiremos preguntando: señor presidente, ¿para qué ha habido más de 1.000 muertos, para qué ha habido tanto sufrimiento si de repente hacemos borrón y cuenta nueva y nos sentamos a hablar con los asesinos? En España hay mucha sangre derramada que por dignidad ninguna persona puede olvidar.

P. Decía usted que siempre se han aferrado a la esperanza de que se iba a hacer justicia. Ahora las fuerzas políticas y el fiscal general hablan de acomodar las decisiones judiciales a la realidad social...

R. Es que el papel del fiscal amparando a los miembros de ETA es tremendo. A nosotros lo único que nos queda es creer en la Justicia y ver a los terroristas pudriéndose en las cárceles; y ver cómo el fiscal general nos llega a amparar menos que a ellos, y que el amparo de la Justicia lo podemos perder, es un proceso muy difícil de asumir.

P. Puede que pronto las víctimas se crucen de manera frecuente con los asesinos de sus familiares. ¿Cree que antes debería haber un periodo de regeneración moral para que quede claro que ellos son los asesinos y ustedes los que han luchado por la democracia, o lo da por perdido?

R. Le puedo asegurar que yo no voy a dar por perdida ninguna batalla en este sentido. Aunque esto llegue hipotéticamente a un buen fin, yo creo que hay mucho trabajo de educación por hacer.

Si has educado a un chaval inculcándole que todo lo español es odio y hay que matar en defensa de lo vasco, de la noche a la mañana ese chico no va a cambiar. Creo que es un problema de generaciones que no llega a entender Rodríguez Zapatero. Aunque hipotéticamente tengamos que convivir con los asesinos de nuestros familiares, para que no lo hagamos en el odio, van a tener que pasar muchos años.

P. Si se acaba el proceso sin distinguir entre buenos y malos, ¿se les habrá legitimado?

R. Sí. Yo creo que estamos en un momento en el que estamos legitimando todo lo relativo al mundo abertzale y llegamos a ilegitimar todo lo que esté relacionado con las víctimas del terrorismo. Ahí, entre otras, las palabras de Rodríguez Zapatero sobre la foto de Zabaleta y Goirizelaia diciendo que es el futuro. Puede que mis palabras sean muy duras pero es mi sensación.

P. ¿Por eso dicen que se sienten traicionados por el presidente?

R. Yo comparto esas palabras de Alcaraz. Más que por mí, por mi hermano Miguel Ángel Blanco. Yo creo que su memoria está siendo traicionada por el presidente porque se están rompiendo los principios básicos para un fin digno que son los de verdad, memoria y justicia. La Memoria sobre todo es lo que se está intentando cargar el presidente.

P. ¿Por qué no le dan un voto de confianza?

R. No le puedo dar mi voto de confianza cuando está ensuciando la memoria de mi hermano, cuando está sentándose a negociar con quien con su actitud apoyó que mi hermano fuera asesinado. No puedo darle mi voto de confianza cuando ha traspasado esa línea.

P. Hay quien dice que no se les hace ningún favor permitiéndoles que profesionalicen su condición de víctimas del terrorismo.

R. Yo no elegí el papel de víctima. Ése es un papel que me han impuesto unos asesinos con los que el presidente se está sentando a hablar y es una desgracia que me ha destrozado.

Mi hermano entró en política por defender unos principios, dio la vida por defender los derechos que amparan a los asesinos; me parecería ensuciar su memoria como hermana quedarme en el sofá de mi casa viendo cómo los terroristas tienen la llave.

Eso se lo dije cuando estaba de cuerpo presente: "Contigo han podido, pero conmigo no, y voy a seguir trabajando para que tu memoria, tu trabajo y tu dignidad nunca caigan por los suelos". Ojalá yo pudiera llevar una vida normal: ni mi boda ni mis dos partos fueron normales porque yo no sentía el 100% de la felicidad que en esos momentos tenía que haber sentido.

No es que yo haga de mi condición de víctima un trabajo, es que es una obligación, por dignidad y por mi hermano, Miguel Ángel Blanco.

Mari Mar Blanco durante la entrevista. (Foto: Ricardo Cases)

-PARA NO OLVIDAR NUNCA:

-http://www.youtube.com/watch?v=QXJ_LV9tSD4

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